Cuento que nos ha mandado Gabriel Izquierdo de 9 años.
Érase una vez un niño que vivía en una casa al lado del bosque, no tenía amigos y se aburría todo el día metido en su casa. Un día se le ocurrió salir a dar una vuelta, se encontró varias maderas y decidió hacer un columpio nuevo, pero al final acabó
aburriéndose. Volvió a salir al campo para buscar otra manera de divertirse, encontró un par de palos y con ellos formó un tirachinas. Cuando llegó a casa le pidió a su madre una goma para poder terminar su tirac
hinas, cuando lo acabó salió al jardín para intentar dar a una botella, a su madre no le gustaba ese juego y le quitó el tirachinas a Jorge, el niño se volvió a aburrir y volvió a salir al campo, esta vez no encontró nada y cuando volvió a su casa, le dijo a su madre que si le podía llevar al
colegio, su madre le dijo que sí, y al día siguiente lo llevó. Se lo pasó en grande e hizo muchos amigos y nunca más volvió a aburrirse.
Érase una vez un niño que vivía en una casa al lado del bosque, no tenía amigos y se aburría todo el día metido en su casa. Un día se le ocurrió salir a dar una vuelta, se encontró varias maderas y decidió hacer un columpio nuevo, pero al final acabó 
aburriéndose. Volvió a salir al campo para buscar otra manera de divertirse, encontró un par de palos y con ellos formó un tirachinas. Cuando llegó a casa le pidió a su madre una goma para poder terminar su tirac
hinas, cuando lo acabó salió al jardín para intentar dar a una botella, a su madre no le gustaba ese juego y le quitó el tirachinas a Jorge, el niño se volvió a aburrir y volvió a salir al campo, esta vez no encontró nada y cuando volvió a su casa, le dijo a su madre que si le podía llevar al 
colegio, su madre le dijo que sí, y al día siguiente lo llevó. Se lo pasó en grande e hizo muchos amigos y nunca más volvió a aburrirse.
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